2 de septiembre de 2014

Si les señalás nuestro satélite en el cielo se quedan mirándote el dedo…

Hay algunos argentinos que lo hacen, y hasta pueden objetar la oportunidad de emprender semejante paso adelante en la ciencia y la tecnología. ¿Para qué tanto gasto público? Hay que ajustar los gastos superfluos, sólo gastar en lo esencial… Para ellos, el destino nacional no es el de un país industrial sino el de proveedor de materias primas.
También hay quienes ignoran este tipo de adelantos argentinos, ya sea porque los medios de información que frecuentan son quienes los soslayan u ocultan, o porque no les importa o descreen de cualquier afirmación proveniente del oficialismo. Es que parece que los años noventa intentan volver con su cantinela neoliberal, la que nos llevó (nos llevará) al ajuste permanente, la crisis autosustentable, el pozo económico y el caos político. Pero, sin embargo, algunas premisas surgidas en este siglo han llegado para quedarse. Una de ellas es la inversión en educación, ciencia y tecnología. Y un ejemplo de ello es lo que sucedió en estos últimos días con los avances en la carrera espacial y comunicacional de Argentina, aunque los medios hegemónicos lo ignoraron o menospreciaron con una cobertura digna de vergüenza ajena.
Repasemos, sin embargo, de qué se trata la construcción y el lanzamiento  del satélite argentino ARSAT-I.


Argentina de mal en peor, ahora lanza satélites al espacio.
Argentina se transformó en el primer país de la región y en el octavo en el mundo que va a lanzar su propio satélite y que puede manejar esa tecnología. Con los satélites argentinos se protegen las dos órbitas geoestacionarias asignadas a la Argentina por la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
Los medios de comunicación no desentonaron de su costumbre a la hora de publicar las noticias que significan un avance para el país. El diario La Nación le dio un pequeño espacio a la noticia y Clarín ni siquiera eso.
El Multimedio dueño de TN y Canal 13 no le dio lugar en ninguno de sus canales de TV ni en sus medios gráficos.





“Todo esto no es milagro ni suerte, es voluntad política".
A través de su cuenta en Facebook, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a destacar la importancia de la finalización del proyecto para poner en órbita el primer satélite de fabricación nacional, el ARSAT 1.
“Un avión Antonov lo transporta hasta Cayenne, la capital de la Guayana Francesa. Desde allí, será transportado por tierra hasta Kourou donde será lanzado al Espacio”, sostuvo la primera mandataria esta mañana en su cuenta de Twitter.
“Todo esto no es milagro ni suerte, tampoco viento de cola”, consideró Cristina para señalar que “es voluntad política, decisión de gobierno y política de Estado”. El ARSAT-1 ofrecerá servicios de televisión digital, internet y telefonía, entre otros, para Argentina y el resto de América.





El ARSAT-1, el primer satélite de comunicaciones argentino, será lanzado al espacio entre septiembre y octubre para brindar servicios de televisión, telefonía e Internet, según confirmó el presidente de la empresa estatal de telecomunicaciones ARSAT, Matías Bianchi.
"Estamos a la espera de la confirmación de fecha por parte del lanzador (Arianespace)", señaló Bianchi en diálogo con Télam, y destacó sobre la relevancia de este hito nacional que "no hay más de ochos países en el mundo que tengan la capacidad de fabricar satélites geoestacionarios del tamaño del ARSAT-1".
Entre otros servicios que el satélite brindará para la Argentina y todo el continente americano, Bianchi mencionó la "distribución de la televisión digital abierta (TDA), de señales para cableoperadores y de contenidos hacia afuera de la Argentina. Además, ofrecerá Internet y participará "en la industria de telefonía celular para reemplazar conexiones en lugares donde no las hay y cubrir zonas aisladas".
Por su parte, el subgerente general de la empresa rionegrina de tecnología INVAP, Vicente Campenni, explicó que "la cobertura de estos satélites incluye no solamente la productividad comercial iluminando las zonas de mayor población, donde hay más negocios, sino también las zonas que son menos rentables pero que se necesitan para el crecimiento social de la Argentina".
Antes de la llegada del expresidente Néstor Kirchner al gobierno, la empresa alemana Nahuelsat se encargaba de la administración de las órbitas, pero como esa firma privada "empezó a tener problemas de sustentabilidad" y quedaron en riesgo de perderse esas dos posiciones orbitales, el Estado decidió tomar eso activos" y así se creó la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (ARSAT).
"El Estado puede mantener las posiciones, alquilando el satélite y brindando servicios, alquilándole el servicio a un operador o fabricando un satélite propio, que es la decisión que tomó la Argentina", destacó Bianchi.
Asimismo, subrayó que se trata de "un tema de soberanía", ya que "Gran Bretaña estaba detrás de una de las dos posiciones que pudo retener la Argentina".
"Durante ocho meses se realizaron ensayos funcionales y ambientales para garantizar que el diseño, la fabricación y la integración del satélite sean los adecuados para soportar el ambiente severo durante su lanzamiento y los 15 años de vida útil", detalló Campenni.
Además, destacó que en el proyecto participaron alrededor de 400 personas en distintos momentos, "pero cada una se siente dueña del satélite completo".
El subgerente general de INVAP agregó con orgullo que "la pasión en los trabajadores" se debe a que "este proyecto es muy importante para el país" y recordó que "desde la fundación de INVAP, el doctor Varotto (Conrado) siempre nos inculcó el no al colonialismo mental, o sea, se puede".
En cuanto al tiempo de fabricación, explicó que "duró varios años" y que al ser "un satélite productivo para el país implica requerimientos mucho más exigentes a la hora de diseñarlo, fabricarlo, implementarlo y testearlo. Es un satélite que tiene que durar tres veces más que uno de observación de la tierra".





Lanzamiento de satelite argentino ARSAT-1 en 2014.
El satélite argentino ARSAT-1 será lanzado en 2014, este satélite es hecho por la empresa estatal Argentina de satélites ARSAT, también tiene a disposición un cohete (vector) Tronador II, el que lleva los satélites a la órbita fabricado por la otra empresa estatal Argentina INVAP ubicada en Río Negro. También ARSAT junto con INVAP lanzarán posteriormente en 2015 y 2016 los satélites SAOCOM A1 y SAOCOM B1.




Argentina 7° pais del mundo con acceso al espacio.
Con el presente desarrollo del Tronador II como lanzadera espacial, la Argentina cerrará el ciclo de desarrollo tecnológico espacial y podrá ingresar en el club de países que disponen de vehículos espaciales propios; en la actualidad tan sólo ocho países cuentan con lanzadores de satélites, además de Estados Unidos: Rusia, Japón, Francia (Unión Europea), China, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte. La meta que se han propuesto los científicos argentinos es fabricar un cohete de 33 metros de longitud y de aproximadamente 64 toneladas de peso; el mismo, que ya se perfila como futuro primer vehículo espacial de América del Sur, será un vehículo de trayectoria controlada para lo que dispondrá de los correspondientes sistemas de navegación, de guiado y control, diseñados y construidos en el país con el objetivo de actuar de manera confiable, segura, barata e independiente.






El ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Lino Barañao, destacó la producción en el país del satélite ARSAT 1. “Es un orgullo y tenemos que celebrar un hito para la Argentina”,
Barañao señaló que “Argentina ha tenido siempre un liderazgo en materia de tecnología”. En cuanto a la función del satélite, indicó que permitirá cubrir una mayor superficie con comunicaciones telefónicas y señales televisivas. “Es un satélite de comunicación que va a mejorar los servicios de telefonía y la televisión por vía satelital. Un kilo de satélite sale 100 mil dólares. Lo que ocurre es que lo más importante para producir un satélite son las personas, lleva 1.3000.000 horas hombre. Un celular lleva 180 segundos ensamblarlo, hay una diferencia sustantiva", agregó.
El funcionario resaltó que el ARSAT 1 fue fabricado y diseñado en Argentina y que también se puede fabricar para otros países. En este sentido, sostuvo: “Podemos ser un país al que se recurre para soluciones tecnológicas y este logro es claramente un producto de la sociedad argentina con calidad internacional”.
Por último, informó además que el lanzamiento será en octubre y la Televisión Pública transmitirá la partida. "Hay que mostrarle al mundo que Argentina no solo produce soja sino productos de tecnología", concluyó.


Salvo algún defecto personal de atención, quien se haya enterado de este loable emprendimiento nacional, no podrá negar la importancia de semejante paso adelante de la ciencia y la tecnología argentinas. Si así fuera, se quedaría mirando el dedo que le señala el primer satélite de comunicaciones argentino surcando el cielo.


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