7 de enero de 2014

Sobre "gurúes" y pronosticadores de la economía y una teoría para aprovechar sus errores anuales.

Las fiestas de fin de año traen la reunión alrededor de la mesa de Nochebuena, los regalos de Navidad, los cohetes y fuegos artificiales, los buenos augurios a familiares y amigos… y los funestos pronósticos para la economía nacional de los “gurúes” o “expertos” economistas mediáticos. Aunque pertinaces en el error año a año, son siempre convocados por los medios hegemónicos para vomitar sus presagios frente a las audiencias que (quién sabe por qué)  toman por válidos sus anuales errores en esa materia.
Y, nuevamente, este humilde servidor público se empecina en mostrar esas inconsistencias con la ayuda del archivo de los medios. Lo que es una manera de leer esos anuales malos augurios en un contexto que los resignifiquen; y esta vez con la yapa de una humilde teoría que nos ayudará a hacerlo.
Mala praxis hemos llamado aquí mismo hace poco a esta obstinada costumbre del yerro (ocultada por los mismos medios que publican sus previsiones) ejercida impunemente por los que supuestamente “la tienen clara” en materia de economía. Pero, como queda claro año a año que esta habitual práctica del "pifie" (mala praxis) es inevitable, este Basurero convertirá ese defecto en una virtud (para los lectores) postulando la Teoría Basurera sobre los Pronósticos Económicos Mediáticos (T.B.P.E.M.), muy útil para aprovechar sus errados vaticinios, la que explicaremos al final de la nota.
Vayamos primero a las pruebas (que, aunque son abundantes, parecen no convencer a muchos) de los nuevos casos de mala praxis a través de extractos de distintos medios, empezando por el 2013:

Economistas de la city empiezan a difundir pronósticos en diciembre, con el objetivo de anticipar el rumbo de la economía para el año siguiente. ¿Cuál será el valor del dólar, el volumen de la cosecha, el ritmo de crecimiento, el dinamismo del consumo? Recorren medios de comunicación, empresas y bancos vendiendo esta información que influye en expectativas de la población y en decisiones de inversión del sector privado. (...) no hubo autocrítica por errores y se culpó a la realidad de no ajustarse a las predicciones.

Veamos cuáles han sido sus errores en cada rubro de la economía:

Inversión
El economista Juan Luis Bour, director de FIEL (afirma que) la inversión se desplomó. Y no se prevé un rebote.
Bour considera que “el crecimiento de la producción agropecuaria en 2013 moverá un poco la industria y desde ya el transporte y los servicios. El producto industrial crecerá un poco con Brasil. Pero las medidas financieras siguen complicando. El precio de la construcción nueva sube por encima del valor de las viviendas, que igual cayó un poco, y es posible que este sector entre en recesión”.

El economista Orlando Ferreres (…) señaló que hay una serie de problemas que fue acumulando la economía argentina que va a ser difícil de solucionar sin que se generen sobresaltos, aunque aclara que “no digo que vaya a haber un problema en 2013” y afirma que el panorama “está muy amenazador”. A esto se suma el ingrediente extra de un año electoral.
Pero las señales que hay desde el Gobierno para que el empresariado invierta no son las mejores. (…)
- ¿Qué se puede esperar para la economía en 2013?
- El panorama se presenta muy amenazador porque no solo hay problemas económicos sino también políticos y de radicalización de la administración, con expropiaciones sin aviso, sin ningún motivo, como lo de la Sociedad Rural que asustó mucho, la confiscación de YPF sin haber pagado nada a Repsol.
Pero se quiere seguir expandiendo la economía con el mercado interno, el consumo y salarios creciendo al 25 a 27%, créditos sin interés a 5 años y el problema es que no hay producción para satisfacer esa demanda que crece con el aumento del consumo y los salarios.
(A su vez) Nicolás Gadano, ex economista jefe de la petrolera, en un reportaje en Clarín del 18 de noviembre de 2012.
No hay manera de eliminar el déficit energético si no se logra revertir el clima negativo que hay en el mundo para invertir en la Argentina.
Para ello la inversión pública debe ser complementada con la privada. Miguel Gallucio, CEO de YPF, hizo un road show y no consiguió nada. La Argentina está muy alejada del mundo.
Con la economía como está nadie vendrá a invertir en YPF. Control de cambios, precios desacoplados de los internacionales y restricciones a las importaciones.

Alieto Guadagni, ex secretario de Energía, apuntó a La Nación en diciembre del año pasado que “las probabilidades de que siga cayendo la producción de gas y petróleo (en 2013) son altas”.

Pero resulta que la realidad de la economía nacional fue otra:

(...) en 2013, el volumen de inversión de la economía registró un alza del 7,9 por ciento respecto del año pasado.
La construcción creció 6 por ciento, con importantes aumentos en los bloques de obra pública y edificación residencial.
A su vez, la producción de gas y petróleo subió por primera vez desde 2001, al tiempo que YPF firmó con Chevron, una de las principales petroleras del mundo, inversiones por 1250 millones de dólares en Vaca Muerta y colocó deuda en el exterior por 500 millones para financiar sus planes de expansión.

Consumo
La consultora ACM, de Maximiliano Castillo Carrillo, pronosticó:
“Vemos un escenario de consumo muy moderado por la confluencia de varios factores: una situación laboral más restrictiva –con deterioro en el empleo formal–, salarios reales que van a crecer muy poquito y un clima de mayor incertidumbre por las elecciones y por la situación económica”, sostiene el economista Maximiliano Castillo Carrillo. “Puede que haya algún estímulo fiscal, pero la potencia de las herramientas del Gobierno hoy es limitada”.

Las oficinas de análisis e investigación del sistema financiero también hicieron sus proyecciones: el Citigroup vaticinó una expansión de 3,7 por ciento; el HSBC, 2,8 por ciento, y el Banco Francés, 4 por ciento. Estas cifras se difundieron en informes de diciembre de 2012.

“El Gobierno va a ir por todo en 2013. Eso traerá mucha más conflictividad de la que hemos visto en los últimos meses, lo cual originará una retracción a consumir e invertir”, afirmó Aldo Abram, director de Exante, en Infobae el 2 de enero de 2013.

Sin embargo, la realidad volvió a desmentirlos porque:

En 2013, el consumo de la economía creció 7,9 por ciento.
El patentamiento de autos cero kilómetro anotó un nuevo record de casi 1 millón de unidades, para superar los registros de 2011.
También el mercado de motos alcanzó picos de comercialización, al tiempo que la facturación de negocios de electrodomésticos, centros de compra (shoppings) y supermercados se aceleró respecto de 2012.

Crecimiento
Los pronósticos de actividad para 2013 tuvieron un punto en común. Consultores de la city apostaron a elementos que escapan a la política económica para hacer sus predicciones de crecimiento.
Dijo Miguel Angel Broda, en una entrevista de la revista Apertura del 10 de enero de 2013:
Lo conveniente para todo pequeño inversor es pasar los próximos tres años salvaguardando el ahorro. (...) una vez que la Argentina adopte una política económica más “normal”.

No esperamos, para 2013, un fuerte rebote. Probablemente, la economía crezca el próximo año en torno a 3 por ciento (o quizás 4 por ciento) gracias al viento de cola (…) Pero no se vuelve a crecer a tasas chinas. El modelo nacional y popular K, de políticas siempre expansivas, con aumento del tamaño del Estado y creciente intervención gubernamental, sustituyendo a los mercados, muestra señales de agotamiento como fuente de crecimiento a tasas elevadas.
(...) el creciente aislamiento de la Argentina; y la percepción negativa que el resto del mundo tiene de nuestro país. La visión de los extranjeros (pero, también, de muchos argentinos) es que la Argentina muestra mala gestión (…) probablemente, se mantenga en el corto plazo, pudiendo, incluso, ampliarse si siguiera funcionando a full la “máquina de hacer macanas”. 


“Esperamos que el mundo juegue más a favor que en 2012, dado que no sólo habrá buenos precios de soja y mejor cosecha, sino que Brasil se recuperaría y más que triplicaría el crecimiento de este año. Por otro lado, la profundización de la política económica local pone techo a la expansión”, aseguró la consultora de Rogelio Frigerio en su informe de diciembre del año pasado.

Daniel Artana, de Fiel, también auguró que “2013 sería algo mejor que 2012, pero no tendría el impulso suficiente para una recuperación vigorosa del 5 por ciento. Los errores en la política oficial de los últimos tiempos han generado un daño en las expectativas que llevará mucho tiempo enmendar”.

La evolución de la actividad ya no dependerá de lo que haga el Gobierno. Tenemos que esperar que Brasil y la soja nos den una mano”, afirmó el ex ministro de Economía Martín Lousteau, en diálogo con Clarín el 9 de diciembre del año pasado.

Pero ¿qué pasó realmente en 2013 en este rubro?

En 2013, la Argentina creció en promedio al 5,4 por ciento, al tiempo que en el segundo trimestre se alcanzó una tasa de 8,3 por ciento.
La economía de Brasil registró un pobrísimo crecimiento del 2 por ciento, con meses de contracción económica.
El complejo agropecuario, pese a alcanzar niveles de producción record, retuvo 6000 millones de dólares de la cosecha en silobolsas, equivalentes al 20 por ciento de las reservas internacionales.

Estanflación
Economistas mediáticos también diagnosticaron para 2013 un estancamiento de la actividad con incremento de precios.
López Murphy pronosticó en una nota de iProfesional del 2 de enero
La economía argentina registrará en 2013 un crecimiento moderado impulsado por una mejor cosecha y la recuperación de Brasil, el crecimiento económico "será apenas del 1 o 2 por ciento".
"No se puede crecer con el cepo cambiario y la caída en la inversión. Hay que crear un ambiente propicio para desarrollar la industria", evaluó.
Aldo Abram, quien sostuvo, en diálogo con DyN (...) que la economía local, tras el estancamiento de 2012, crecerá este año cerca de 3%, impulsada por "una buena cosecha si el clima ayuda, y una reactivación de Brasil".
No obstante, auguró que en un año electoral "el Gobierno va a ir por todo" y eso "va a traer mucha más conflictividad de la que hemos visto en los últimos meses, lo cual originará fuga de capitales y una retracción a consumir y a invertir".
Por eso, vaticinó que la inversión evidenciará un crecimiento "moderado" fomentado por la ejecución de obra pública en un año electoral, en tanto que advirtió que hacia fines de este año la economía se desacelerará, y en el 2014 "va a haber una tendencia recesiva".
El economista de Ecolatina, Lorenzo Sigaut Gravina, explicó a DyN que la economía "crecerá en torno a 3,3% por una mejor cosecha agrícola, que originará mayores exportaciones, y más oferta de dólares, y por una recuperación de la actividad brasileña, que favorecerá a la industria argentina".
En cuanto a la inversión, pronosticó que, tras un 2012 "malo" por los efectos del cepo cambiario sobre la construcción, se evidenciará este año un "leve repunte de 3,5%, en línea con el PBI".

El problema de la economía argentina es que ha entrado en una etapa de mediocridad y alta inflación. El término técnico es estanflación. No tenemos fuentes genuinas de crecimiento”, apuntó Miguel Braun, de la Fundación Pensar, en un reportaje de El Cronista del 15 de febrero de 2013.

El ex presidente del Banco Ciudad, Federico Sturzenegger, vaticinó en radio La Red, el 29 de diciembre de 2012, un escenario idéntico: “Estamos terminando 2012 sin crecimiento y creo que 2013 va a ser otro año sin expansión".

- En su informe de principios de este año, Carlos Melconian apuntó que “la economía argentina entró en una fase donde le cuesta crecer, la inflación se hizo crónica y la lluvia de agrodólares ya no alcanza por sí sola para sostener la actividad y tener fluido el mercado cambiario. La impresión es que se acabó la fiesta. Esto vale para 2013, 2014 y 2015”.

Sin embargo, la realidad del 2013 dijo que: La economía alcanzó un crecimiento del 5,4 por ciento, cuando el año pasado había crecido el 1,9 por ciento.

Una vez más, en 2013, los pronósticos de los (¿gurúes?) economistas del establishment no se cumplieron (ver cuadro). Pero ellos son perseverantes: ya están difundiendo sus estimaciones para 2014.

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Estos economistas sostuvieron que sólo una buena performance de la economía brasileña o un incremento de los precios de la soja podían salvar a la Argentina.
Si
n embargo, el crecimiento conseguido por el país en la primera etapa del año se dio con un Brasil que no supera el 2 por ciento de incremento de su PIB, y una soja que si bien su cosecha fue récord histórico, sus precios no han sido extraordinarios.

En cambio, la industria, de la mano de la automotriz y la actividad de la construcción empujaron fuertemente el crecimiento de la economía.



El  ex presidente del Banco Ciudad, Federico Sturzenegger afirmò suelto de cuerpo que: 2013 “va a ser un igual año que 2012. Estamos terminando un 2012 sin crecimiento económico y creo que 2013 va a ser también un año sin crecimiento”, repitió Sturzenegger en los últimos meses de 2012.

A su vez, el director ejecutivo de la Fundación Pensar, Miguel Braun que asesora al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri afirmó que:

(...) el término técnico es estanflación. No tenemos fuentes genuinas de crecimiento y este año con suerte nos va a ir mejor que el 2012 si le va bien a Brasil y la soja termina con buen precio.

También el ex presidente del Banco Central Martín Redrado consideró a fines del año pasado que "hay una exageración con el tema de la soja y Brasil", y subrayó que "la Argentina dejó de caer, esa es la buena noticia, pero de aquí en más el crecimiento será mediocre".

"Se dejó de caer pero no hay inversiones. Sin inversiones es difícil crecer mucho con empleo. La política del gobierno no es la de atraer las inversiones", afirmó el economista que asesora al intendente de Tigre, Sergio Massa.



Ademàs, el ex ministro de Economía Martín Lousteau vaticinó:

(...) que "el crecimiento (de la economía argentina) es y será pobre.

(…) La evolución de la actividad no dependerá de lo que haga el Gobierno. Tenemos que esperar que Brasil y la soja nos den una mano”.


Asimismo, otro ex presidente del Banco Central Alfonso Prat Gay, estimó apenas comenzó el corriente año que “en el mejor escenario para el Gobierno, 2013 se va a parecer a 2012. Se agotó un modelo".

(...) el ex ministro de Economía Miguel Peirano aseguró casi al final de primer trimestre que "la falta de una visión económica integral y la propia inconsistencia de las medidas que se vienen aplicando, desvirtúan estructuralmente los avances realizados desde la salida del modelo neoliberal".

"Políticas equivocadas e inconsistentes. Las medidas adoptadas, en particular en los últimos dos años, ya no muestran siquiera aquellos reflejos positivos, y generan aceleradamente –cada vez– mayores dificultades", afirmó otro de los economistas que asesora a Massa.

Por su lado, Roberto Lavagna, otro ex ministro de Economía que en los últimos días salió a explicitar su adhesión a la fuerza que lidera  Massa, aseguró a comienzos de este año que 2013 tendrá una economía de "escaso crecimiento, poca inversión y poca creación de empleo".
Incluso, a fines de abril, llegó a decir que "la economía está en semi recesión, y eso se ve sobre todo en materia de empleo. No hay creación de empleo".

En consonancia con Lavagna, el diputado nacional Claudio Lozano pronosticó en febrero último que "la etapa que viene es una etapa de estancamiento, de crecimiento muy lento, con impactos en materia de empleo que no son positivos. (...) Aseguró que "las bondades sociales que tuvo la etapa de recuperación de la economía argentina desde mediados de 2002 en adelante, se han acabado", y estimó que "el horizonte es un horizonte de estancamiento y deterioro de la situación social de la Argentina". 





Y como si esto fuera poco, repasando el libro Economía a Contramano del periodista y economista Alfredo Zaiat encontraremos un par de jugosas acotaciones sobre los pronósticos errados de estos verdaderos sacerdotes del neoliberalismo. Repasemos algunos tramos de su texto aquí:

En la Argentina, hombres de negocios dedicados a comercializar información económica hicieron tantos o más papelones que los economistas del FMI. Uno de los más notorios fue con el precio de la soja. En la última mitad de 2011 pronosticaban la caída del valor de la oleaginosa.
La realidad los desmintió.
En 2012, la soja en el Mercado de Chicago alcanzó precios récord, hasta 655 dólares la tonelada. Ese valor superó el máximo de 610 dólares del 3 de julio de 2008. La cotización de la soja es importante porque impacta en las finanzas del sector público, actúa de referencia para orientar expectativas económicas y porque es clave en el hipersensible mundo del campo.
(A fines de 2011 )...los supuestos especialistas afirmaban un panorama negro para la soja.
Ricardo Arriazu decía en una charla en el Instituto Petroquímico Argentino que divisaba una tendencia a la caída en los precios de los granos para 2012.
En el mismo encuentro, Carlos Melconián explicó los motivos. Por un lado afirmaba que había factores estructurales para que siguieran firmes, pero por el otro su deseo era más fuerte y aseguraba que la corrección de los desequilibrios globales impactaría negativamente sobre las comodities. En otra oportunidad estimó que la caída de la soja era apenas una de las manifestaciones de la crisis mundial en curso.
Miguel Angel Broda escribió que en 2012 ingresarían 3.500 millones de dólares menos que en 2011 porla caída de los precios de los commodities agrarios.
Juan Luis Bour, de FIEL, preveía para 2012 un precio promedio de la soja de 400 dólares por tonelada, es decir, un nivel similar al promedio de 2010 (405 dólares) pero inferior al de 2011 (500 dólares) . Aseguraba, entonces que la pérdida de ingresos de exportación para 2012 sería de unos 4.000 millones de dólares y el fisco dejaría de recaudar unos 1.200 millones.
Para la consultora Econométrica de Mario Brodersohn, las perspectivas de 2012 no eran alentadoras por la caída del precio de la soja estimando un valor de 430 dólares la tonelada, depreciación del real, estancamiento mundial y desequilibrios acumulados.
Javier González Fraga había aseverado que la crisis internacional iba a generar un menor precio de la soja, y que eso tendría un costo fiscal que impactaría en el nivel de reservas.
Martín Redrado vaticinaba que la cotización de la soja perdería entre un 10 y un 15 por ciento.
Alfonso Prat Gay sostenía que el precio de la soja entraba en una peligrosa curva descendente al cuestionar el precio promedio de 484 dólares definido por el gobierno.
¿Qué pasó en realidad con el precio de la soja?
La soja llegó a acumular un alza de casi 60% desde el 9 de diciembre de 2011, cuando había tocado un mínimo de 406,7 dólares en la plaza de Chiacago.
En la Facultad de Ciencias Económicas (...) no estudian proyecciones ni estimaciones de variables macroeconómicas. Nadie instruye a los alumnos el método para saber qué va a pasar. Sin embargo, apenas cruzan el umbral de la facultad con el título, se les demanda a esos profesionales (...) que digan lo que va a pasar.
Se dedican a la futurología abusando de la inocencia de la opinión pública.
En el gap de análisis de los economistas mediáticos existe un déficit en la interpretación de las etapas económicas. Se caracterizan por la escasez de matices, ideas originales y, fundamentalmente, por la carencia de información relevante para entender la dinámica de los procesos. Muchas consignas, lugares comunes y pocos datos estadísticos sólidos constituyen el corazón de sus exposiciones.
La explicación sobre por qué no pasó lo que ellos piensan que debería haber pasado no deja de llamar la atención. La defensa más creativa la proporcionó Juan Llach, miembro del equipo económico de Domingo Cavallo en el gobierno de Carlos Menem y ministro de Educación del gobierno de Fernando de la Rúa, para luego trabajar en el ámbito universitario privado.
"Los pronósticos fallan porque suponemos que la política económica va a ser más racional de lo que es. Con políticas menos discrecionales, los pronósticos serían más acertados"
Es fuerte semejante confesión. Es el reconocimiento de la carencia de capacidad analítica. Los pronósticos los hacen según lo que ellos consideran que la realidad debe ser, y no sobre como es. Como no se ajusta a los parámetros que ellos consideran racionales, a su cosmovisión del mundo, o a sus deseos, la realidad está equivocada y no ellos.



Y, finalmente, disfrutemos de la "frutilla del postre" de estos erradores consuetudinarios de pronósticos. Ante semejante archivo de "pifies" en sus previsiones anuales, es lícito preguntarse ¿qué decían en el 2001 estos "notables" economistas profetas del Apocalipsis que nunca ocurrió? Bueno, estos "respetables" y "serios" economistas del establishment y de los medios hegemónicos de nuestro país, en los meses previos a la más grande crisis económica argentina, seguida por el mayor default mundial de una deuda externa, pronosticaban lo siguiente:

"El riesgo de default fue eliminado con el blindaje financiero. Definitivamente pasó el peligro."
Martín Redrado. BAE 19 de febrero 2001

Con el megacanje se obtiene tiempo para solucionar los problemas fiscales de corto y mediano plazo. Entendemos que el riesgo país descenderá alrededor de 800 puntos básicos y la economía resurgirá”.
Orlando Ferreres, BAE. El 4 de junio de 2001

"Todo está para un boom. Están dadas las condiciones para esperar una fuerte recuperación. Hay una autorrepresión de consumo nunca vista, que pronto acabará."
Carlos Melconián. Ámbito Financiero, 12 de enero 2001.

"A partir del blindaje se esperan efectos tonificantes, que se reflejarán en una baja del riesgo país. A partir de allí se revertirá gradualmente el flujo de capitales del exterior y comenzarán a crecer a buen ritmo los depósitos. En el cuarto trimestre elPBI se incrementará en un 6,5%."
Miguel Ángel Broda BAE 2 de enero 2001

Los depósitos están seguros. Invito a la gente a poner otra vez la plata en los bancos”. 
Domingo Cavallo, Clarín, 23 de agosto de 2001. 

"Será el mejor de los últimos 4 ó 5 años. Creo que hay elementos para ser más optimistas que en los últimos 4 ó 5 años, porque hay un mejor diagnóstico de los problemas de la economí  argentina."
Javier González Fraga. BAE 11 de junio 2001.





Teoría Basurera sobre los Pronósticos Económicos Mediáticos



Y ahora, el momento esperado para aprovechar todo esta avalancha anual de errores calamitosos sobre la economía futura. La anunciada Teoría Basurera sobre los Pronósticos Económicos Mediáticos (T.B.P.E.M.), reza más o menos así:

Dados tres pronosticadores económicos mediáticos cuyas tasas de aciertos en sus pronósticos son las siguientes:
Pronosticador A) 40% de aciertos
Pronosticador B) 35% de aciertos
Pronosticador C) 10% de aciertos

¿Cuál de ellos hay que tomar como referencia para planear nuestras movidas en materia económica?
El amable lector probablemente atinará a responder: el Pronosticador A, porque tiene un mayor porcentaje de aciertos o, para estar más seguro aún, prestar más atención a los augurios de los pronosticadores A y B. Pero de acuerdo a la lógica del la T.B.P.E.M. deberíamos inclinarnos paradójicamente a leer con atención las predicciones del Pronosticador C, porque al tener un 10% de aciertos tiene, por lo tanto un 90% de efectividad para el error. De esta manera, estaremos casi seguros (¡en un 90%!) de que la realidad económica futura será la opuesta a la que pronostica ese “experto”.
En cambio, si tomáramos como referencia las predicciones más efectivas de los sujetos A y B, que tienen una tasa de acierto de un 40% o un 35%, nuestra tasa de seguridad para intuir la realidad económica futura es marcadamente menor; incluso estaremos seguros solamente en un 60% o un 65% de que la realidad económica será la opuesta a la que ellos vaticinan.
Como vemos, las chances de error del Pronosticador C y, por lo tanto, de acierto para nosotros son mayores en cualquier caso. Se trata simplemente de utilizar la lógica inversa al “sentido común” (con perdón de la palabra).
Es evidente que nos será difícil encontrar un pronosticador economista que nos brinde una tasa de seguridad mayor para atisbar el futuro económico de nuestro país, utilizando, por supuesto, esta Teoría Basurera sobre los Pronósticos Económicos Mediáticos.


Y ahora, a manera de yapa, la lista de los consuetudinarios erradores de pronósticos que deberíamos tener como referencia si queremos conocer, año a año (a grosso modo y aplicando la presente Teoría) la probable realidad económica futura del país:
Los economistas Miguel Angel Broda, Carlos Melconian, Orlando Ferreres, José Luis Bour, Carlos Rodríguez, Mario Brodersohn, Jorge Todesca, Rodrigo Alvarez, Aldo Abram, Eduardo Fracchia, Abel Viglione, Dante Sica, Daniel Artana, Alfonso Prat Gay, Martín Redrado, Ricardo Delgado, José Luis Espert, Ricardo Arriazu, Nadín Argañaraz, Nicolás Bridger, Martín Lousteau, Javier González Fraga, Santiago Urbiztondo, Ricardo López Murphy; y los institutos, sociedades o fundaciones: Econométrica SA, Ecolatina, IAE, Finsoport, Exante, Abeceb, Ecolatina, Analytica, Goldman Sachs, Instituto Argentino de Análisis Fiscal, IERAL, Centro de Estudios Macroeconómcos (CEMA), Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) y el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea, y siguen las firmas.
Ahora bien, si lo que queremos es conocer una opinión seria y fundamentada sobre la economía del país, no debemos recurrir a estos mismos economistas sino a otros, que seguramente no suelen pronosticar el futuro de la economía...
Para quienes crean que estos resultados son casuales, meras coincidencias en un tiempo de inestabilidad económica, una golondrina que no hace verano, aquí van un par de notas al respecto que los convencerá de que se trata de un mal hábito anual, casi una adicción, "un camino de ida" de ciertos economistas...:

Argentina y la "mala praxis" de los analistas y pronosticadores de la economía.

Aquí están, estos son los gurúes o pronosticadores económicos más confiables…

Los Profetas del Apocalipsis que no ocurrió... (Más basura de economistas.)

Premio "Manochanta de Oro 2010"

Premio "Manochanta de Oro 2012"

Premio "Manochanta de Oro 2013"



Fuentes utilizadas para la presente nota:

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