21 de mayo de 2013

Tras 10 años el relato sobre el “relato oficialista” está “flojo de papeles”.

A pocos días de cumplirse los diez años de vigencia del gobierno kirchnerista, es momento propicio para realizar un balance sobre su gestión de gobierno. Pero este humilde Basurero propone en cambio realizar el análisis de una de las más acendradas críticas que la oposición mediática y política le hace al mismo (teorizada mayormente por los intelectuales Beatriz Sarlo y Santiago Kovadloff, entre otros, y repetido por decenas de periodistas y polìticos), centrada en el denostado y peyorativamente denominado “relato oficialista” o "doble discurso oficialista", tildado de falacia discursiva o de mera impostura.

Esta crítica se basa en que el gobierno kirchnerista habría elaborado una suerte de "relato progresista" falaz sobre su acción de gobierno, y que el mismo habría imbuido a sus millones de votantes de una visión sesgada, engañosa, lo que los llevaría a ver lo que no existe, a disfrutar lo que tienen. Y este fenómeno se habría prolongado a través de los diez años de gobierno del Frente para la Victoria, lo que les impidiría ver las reales falencias, desaguisados y desmanejos políticos y económicos en los que incurre el kirchnerismo desde 2003.
El pueblo que lo vota, por lo tanto, o bien no sería capaz de ver más allá de esa nube de engaños e imposturas discursivas o estaría simplemente comprado con prebendas o espejitos de colores que no cambiarían el estado real de sus vidas.

Para corroborar o rectificar este postulado proponemos ver qué ha pasado en la vida de los argentinos, en la gente de a píe que vota y vuelve a votar al gobierno y en quienes nunca lo hicieron o nunca lo harán. Para eso lo mejor es analizar qué nos dicen los datos fríos de la economía. Pero con ese propósito obviaremos enunciar meramente las diversas reformas políticas y económicas realizadas por el gobierno, las que se encuentran expuestas en el boletín oficial y en los medios de difusión masiva. Tampoco las calificaremos, sino que nos remitiremos a analizar cuáles han sido las consecuencias de dichas medidas de gobierno en la población, para ver si podemos verificar o no su ineficacia, su fantasía, su falacia, y de esa manera corroborar esta especie de tesis opositora que denominamos aquí el Relato sobre el “relato oficialista”.
Finalmente sólo agregaremos que la base desde la que este gobierno parte para comenzar su labor de gobierno (así como la percepción objetiva de la población) es la Argentina posterior a la explosión del 2001/2002, cuando no sólo la economía nacional era caótica, la moneda nacional era casi inexistente, la pobreza y la indigencia se habían disparado, la política estaba severamente cuestionada y la democracia misma estaba a prueba, sino que incluso la misma unidad territorial estaba en discusión. En ese contexto es donde el candidato que había salido segundo en las elecciones, Néstor Kirchner, debía asumir el gobierno debido al abandono de quien había obtenido el primer puesto (con un 25% de los votos), Carlos Menem; y debía hacerlo con un respaldo de tan solo el 22% de los votos emitidos.

Como el análisis se basará no en los anuncios ni en las intenciones de las medidas gubernamentales sino en sus efectos objetivos, en los resultados y en lo que la población percibe de los mismos, utilizaremos sólo temas y cifras que demuestren en guarismos duros y concretos (y libres en lo posible de influencias partidarias) cuáles han sido esos resultados.

Pasemos, ahora sí, al primer tópico analizado.




Empleo

Un tema en el que hace hincapié el gobierno es en la recuperación del empleo. Veamos lo que dice la Organización Internacional del Trabajo al respecto:


La formalización del empleo en Argentina.
Desde 2003, con excepción de 2009 cuando la economía fue afectada por la crisis financiera internacional, el PBI de Argentina ha registrado tasas de crecimiento cercanas al 9%. Este dinamismo en el nivel de actividad económica ha tenido su correlato en los indicadores de empleo.
Una cantidad significativa de trabajadores ocupados en inserciones precarias (cuentapropistas y asalariados no registrados) accedió a empleos registrados, lo que mejoró sus condiciones laborales. Un seguimiento de las trayectorias laborales entre 2005 y 2010 permite advertir que cerca de dos tercios de los trabajadores que se incorporaron a un empleo asalariado registrado provenían de una inserción precaria, principalmente de un empleo asalariado no registrado.



Ejemplifiquemos en un cuadro lo que dicen los guarismos sobre la evolución del empleo desde el 2003.



Pero ¿qué significa esto en el contexto histórico nacional?


Si hay algo que los noventa nos enseñaron es que se puede crecer -de hecho entre 1990 y 1999 el PBI se incrementó un 5,3% al año- y bajar la inflación sin crear empleo y empeorando su calidad. Pero en la última década ocurrió justamente lo contrario: hubo una marcada reducción del desempleo, una disminución del empleo en negro y un aumento del empleo registrado (es decir, con cobertura de salud y aportes a la seguridad social, entre otros beneficios). Los datos del Censo Nacional de Población y Vivienda señalan que entre 2001 y 2010 la cantidad de ocupados pasó de casi 11 millones a 18,5 millones.

El gráfico "Más trabajo" muestra, además, que desde 2004 se superó el mejor momento de la convertibilidad. También se observan los impactos negativos que tuvieron en el empleo privado las crisis de 2009 y 2012 -a pesar de que el PBI, según datos del INDEC, habría crecido-. Asimismo, esta misma fuente brinda información sobre monotributistas y autónomos registrados, que entre diciembre de 2002 y diciembre de 2011 pasaron de casi 700 ,il a 1 millón 700 mil, y de empleadas domésticas registradas, que pasaron de 10 mil a casi 200 mil.





El balance de los datos provenientes del mercado laboral durante la última década arroja un saldo netamente positivo, aun cuando quedan enormes desafíos por delante, como por ejemplo lograr una disminución en los índices de empleo informal, que alcanza niveles altos en la muestra general y abiertamente graves en determinadas actividades y regiones.
A tal punto es así que el crecimiento del empleo formal alcanzado desde 2003 es el más alto desde 1974, y dos tercios de los puestos que se crearon durante este período tuvieron lugar en empresas del sector privado formal. En esta última década,
el promedio de creación de puestos de trabajo alcanza los 500 mil por año, "casi triplicando la cantidad anual de nuevos ocupados que se generaron desde el reinicio de la democracia en 1983 y con la Convertibilidad", según se desprende de un reciente informe elaborado por la cartera laboral.
La creación de puestos de trabajo permitió un descenso inédito en la tasa de desocupación en la historia reciente. Según los datos de la Encuesta Permanente de Hogares para el último trimestre del año pasado, el desempleo alcanza al 6,9%, una de las más bajas desde 1992. Del total de puestos de trabajo generados desde 2003 en el sector formal de la economía, cerca de 860 mil fueron ocupados por jóvenes de hasta 29 años de edad, segmento de la población que internacionalmente presenta grandes dificultades para insertarse laboralmente.
Un dato relevante de estos diez años es que la tasa de empleo (proporción de personas ocupadas respecto de la población total) evolucionó favorablemente junto con la tasa de actividad, que mide la proporción de la Población Económicamente Activa (ocupados y desocupados) respecto de la población total. Es decir, la actividad económica pudo absorber a los que estaban desempleados y a aquellos que se sumaron al mercado laboral.

Nota completa



 (…) los distintos indicadores de la evolución del mercado de trabajo (tasa de desocupación, cantidad de puestos de trabajo, porcentaje de trabajadores no registrados, nivel salarial promedio) muestran una dinámica claramente positiva.
En primer lugar se puede señalar que la desocupación desciende del 20% a aproximadamente un 7%, el trabajo no registrado (en negro) cae del 50% a un 36% y el salario promedio, luego de la brutal caída de 2002, vuelve a los niveles del 2001, aunque con marcadas diferencias dentro de los asalariados.



No es necesario aquí puntualizar el efecto que provoca en la vida de una persona el paso de estar desempleado a tener un empleo, o lo que significa pasar de buscar comida en las bolsas de basura o vivir de las ollas populares a discutir un aumento de salario o condiciones laborales mejores con un empleador, si es un trabajador informal, o a través de un sindicato si está en blanco. Y está claro lo que eso significa en su percepción de la política y las medidas de gobierno para los beneficiados con estas medidas. Ignorar esto anula cualquier análisis objetivo por erróneo, incompleto o sesgado políticamente.



Salarios

Para los trabajadores que ya tenían empleo, la variación de su sueldo marca fundamentalmente sus opciones de vida, su calidad de vida, ya sea si mejora o empeora, y así su percepción de las medidas del gobierno de turno.
Veamos cómo vararon las remuneraciones desde el 2001 hasta el 2012 según CIFRA y BAENegocios.




El incremento salarial en paritarias fue de 26,4 por ciento en 2008, 21 por ciento en 2009, 26 por ciento en 2010, 32 por ciento en 2011 y 24 por ciento en 2012. Las jubilaciones aumentaron 10 por ciento en 2009, 25,1 en 2010, 34,1 en 2011 y 31,05 en 2012. Según datos de la consultora Analytica (1), entre 2007 y 2012 el salario aumentó en promedio 3,7 por ciento al año en términos reales, mientras que los ingresos jubilatorios subieron 9,8 por ciento.
Esto permitió neutralizar –parcialmente– el efecto regresivo que generaba la inflación, lo que quizás constituya el principal éxito económico-social de Cristina Kirchner.



Poder Adquisitivo

El aumento en los salarios nominales percibidos por los argentinos debe relativizarse si no conlleva un aumento en su poder adquisitivo o salario real.
Veamos entonces la evolución de esa variable en esta década.


Se mantiene la suba de salarios reales para los empleados del sector privado.
“La tasa de aumento de los salarios –que creció 5,3%– se mantiene en un ritmo alto a pesar de los signos de desaceleración. Ésta se volvió a acelerar en 2010 después de que los salarios pasaran por una etapa de amesetamiento en 2007 y 2008”, indicó Cifra en su Informe de Coyuntura 11. Allí, los economistas remarcaron que los trabajadores registrados del sector privado “recuperaron” la pérdida sufrida por la devaluación que licuó sus salarios y provocó una caída de 20% del poder adquisitivo en dos trimestres.


No es un hecho menor la continuidad de las convenciones colectivas de trabajo desde 2004, que lentamente están registrando un salto cualitativo, porque no se están negociando solamente aumentos nominales de salarios, sino otros aspectos relevantes para los trabajadores, como nuevas categorías, condiciones laborales y beneficios directos no monetarios.
La cuestión de los precios es relevante para evaluar en perspectiva los acuerdos firmados en ese largo período y los cerrados para 2013 a mediados de la semana por varios gremios que reúnen a unos 2,2 millones de trabajadores formalizados
La puja distributiva expresada de ese modo (precios-salarios) tiene un árbitro –el Estado– para regular la velocidad de crecimiento de los ingresos de asalariados y empresarios con el fin de evitar la aceleración de la inflación.
El aspecto notable del conflicto distributivo durante este ciclo político es que los trabajadores no han sido los perdedores de esa puja, porque los salarios no retrocedieron en términos reales. Un informe del Ministerio de Trabajo a partir de las propias actas firmadas por representantes gremiales, empresariales y del Estado muestra que el promedio simple de la variación anual de los salarios de convenio de las principales paritarias fue

- 26,4 por ciento en 2008,
- 21,0 por ciento en 2009,
- 26,0 por ciento en 2010,
- 32,0 por ciento en 2011, y
- 24,0 por ciento en 2012.

Esas subas, como la prevista para este año (también en promedio del 24 por ciento), se ubicaron varios puntos por encima de cualquier índice de precios difundido. La particularidad de este dinámico proceso de negociación paritaria es que la mejora se concretó al mismo tiempo que aumentaron en términos generales las utilidades de las empresas. Esta aparente contradicción se salda cuando se analiza la fuerte alza que registró la productividad laboral, que implica la apropiación del capital de una parte proporcionalmente mayor del incremento de la riqueza global de la economía.

Nota completa




Jubilaciones

En materia de remuneraciones, los adultos mayores que ya no trabajan perciben la acción de gobierno y la evolución de la economía de acuerdo a la existencia o no de su jubilación o pensión y a la evolución de lo que cobra mensualmente. Analicemos lo que pasó en esta materia en esta década, tanto en cantidad de población que percibe una jubilación como el monto del haber.



Estos nuevos millones de jubilados cuentan además con cobertura social y de salud a cargo del PAMI, cosa que antes carecían.
La jubilación mínima era en 2003 de $150, mientras la actual es de $ 2165.
Además, hay que acotar que ahora el 70% de los hogares donde viven jubilados cuentan con dos jubilaciones.

Estas mejoras económicas como de asistencia en salud producen, entre otras cosas, el aumento de la esperanza de vida de la población. En Argentina la esperanza de vida aumentó de 74.3 años en 2003 a 75.11 en 2011, lo que la ubica por encima de América Latina, como muestra el siguiente gráfico del Banco Mundial.


(Click para ampliar)




Pobreza

Para combatir la pobreza durante esta década se utilizaron las herramientas de una mejora de los salarios, al permitir retomar los convenios colectivos, la mejora de los índices de empleo, a través de la reindustrialización, y la utilización de los subsidios y la obra pública en barrios para elevar el nivel de vida. Veamos qué trajo aparejado este accionar de gobierno:


La asignación universal por hijo y su ampliación a embarazadas: alcanza a 1,8 millones de familias o 3,7 millones de menores de 18 años, resultando la más importante política social desde la recuperación democrática; retrotrajo la pobreza y la indigencia a los niveles previos al año 1980.


Argentina, uno de los cinco países de la región que más redujo la pobreza.
La Argentina tiene la tasa de pobreza más baja de todo este conjunto de naciones, mientras que en términos de indigencia sólo Uruguay muestra valores menores, según detalla este organismo dependiente de las Naciones Unidas.
La continuidad de la tendencia a la disminución del desempleo desde el 2002, interrumpida sólo en el 2009, ha permitido que las cifras actuales sean las más bajas desde mediados de la década de 1990 y que casi la totalidad de los países latinoamericanos tenga tasas inferiores al 8%”, indica el trabajo difundido desde las oficinas de Chile del organismo.
Alicia Bárcena, la secretaria ejecutiva de la CEPAL, sostuvo durante la presentación del trabajo que “las actuales tasas de pobreza e indigencia son las más bajas observadas en las últimas tres décadas, lo que es una buena noticia para la región, pero aún estamos frente a niveles inaceptables en muchos países”.


Argentina entre los países que más avanzó en el combate contra el flagelo del hambre.
Argentina se ubicó entre los países en desarrollo donde más se avanzó en el combate contra el hambre en los últimos 20 años, destacó el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias.
Argentina y otros nueve países figuran en el grupo de 41 naciones donde el Índice Global del Hambre es inferior a 5. Ellos son Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Jamaica, México, Uruguay y Venezuela.
El índice Global del Hambre se calcula para 122 países en vías de desarrollo y economías en transición, y tiene en cuenta la proporción de la población malnutrida, la prevalencia de menores de 5 años con bajo peso y la proporción de mortandad entre estos niños.
Esto se tradujo en sustanciales mejoras en los índices de mortandad infantil y de calidad de vida de los niños, sobre todo en Argentina, Brasil y Chile, donde como prestaciones se exige la escolaridad y el cumplimiento de un plan de salud.


Argentina en datos duros.
Juan Carr, responsable de Red Solidaria, observa que: “En 1980 entré a la Universidad de Buenos Aires (UBA) con el objetivo de trabajar en la producción de alimentos para los más postergados. Desde entonces vengo monitoreando el hambre y puedo decir que es el momento de nuestra historia como país en que a menos argentinos les falta la comida; es el momento en que menos hambre hay en nuestro país”.
Desde mayo de 2003 hasta hoy, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner dejaron la indigencia once millones de argentinos, equivalentes a la población de Córdoba, Santa Fe, Capital Federal y Tucumán, sumadas.



Adicionalmente, la cobertura sobre 1,8 millones de familias que brinda la AUH se incremento este año un 25,9%, la transferencia por hogar beneficiario es hoy de $680 promedio, el equivalente a 120 dólares promedio mensuales, con lo que se consigue la mayor transferencia de ingresos y el mayor poder adquisitivo del beneficio desde que la Asignación Universal existe. Con esta actualización, los niveles de indigencia -la línea del hambre- son los menores observados desde la recuperación democrática, y se ubican en torno del 2,7% de la población, cuando en mayo de 2003, tras el experimento neoliberal, la indigencia afectaba al 27,6% de los argentinos.


Veamos qué dice sobre este tema el prestigioso economista e investigador principal del Conicet. Alejandro Rofman:


Un estudio realizado por el Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento).
(…) el Observatorio Social de la UCA reconoce que la pobreza calculada por ingresos retrocedió desde el 26,9 por ciento en el año 2007 al 26,6 en 2010, y al 21,9 en el año 2011. Debemos recordar que el índice de regresión social en el año 2003 superó el 53 por ciento, por lo que la reducción total entre el inicio del período constitucional bajo la presidencia del doctor Kirchner y el cierre del último año (nueve años de extensión) supuso una disminución de la pobreza en un 60 por ciento, lo que da cuenta de un significativo avance de la equidad social.
(…) los datos del Observatorio de la UCA revelan que la tasa respectiva estaba en el 8,1 por ciento de la población en el año 2007 (3 millones de habitantes), subió en el año 2010 al 9,2 y se redujo en el año 2011 al 5,4 por ciento de toda la población (dos millones 100 mil habitantes). Ello indica que la disminución de la indigencia fue entre 2003, cuando afectaba al 27 por ciento de la población del país, y el año 2011, de 22 puntos porcentuales, lo que implica que cayó en nada menos que un 80 por ciento (UCA, página 58).
El documento de la UCA aporta un párrafo muy ilustrativo: “En términos dinámicos, cabe destacar que la caída de la indigencia y de la pobreza exhibida durante el último año (2010-2011) fue particularmente intensa en el estrato social socioeconómico más bajo (25 por ciento inferior) y, asimismo, en villas y asentamientos precarios y en los barrios de sectores populares dentro de la traza urbana formal”.
La información sobre la dinámica social que aporta el estudio del Cippec se refiere a la pobreza por región del país entre los años 2001 y 2010.
Así, para el Nordeste, la región con peor situación social, el mapa de la pobreza indica un descenso significativo: era del 57,2 en 2001 y cayó al 18,5 en 2010. En el Noroeste, el descenso fue del 48,3 por ciento de sus habitantes en el año 2001 a 11,8 en 2010. Para la región Cuyo, del 39,6 por ciento de pobres en el 2001 se pasó en el año 2010 a sólo el 9,8. En la región pampeana, los datos consignan un 37,1 de pobreza en 2001 y un 9,6 en 2010. En la poblada área del Gran Buenos Aires, los índices de pobreza caen del 37,1 al 9,6. Y en la región patagónica, donde la situación social es la mejor de todo el país, los índices de pobreza total son del 23,2 en el año 2001 y se repliegan al 5,8 en 2010 (Cippec, cap. 3, página 58).
La fuente de las estadísticas que corroboran esta información es de procedencia insospechada y no se la puede acusar de ser cercana o afín a las ideas de quienes han conducido el país en los últimos nueve años.




Redistribución del ingreso.

La mejora en la distribución del ingreso nacional invirtió su tendencia desde el  2003 a favor de las clases populares, lo que se verifica en que en 2003 el 10% más rico ganaba 38 veces más que el 10% más pobre, en cambio en 2012 esa diferencia se achicó a 14 veces. Un método utilizado por un estado que interviene en la economía fue la implementación de lo subsidios, lo que vemos en el primer gráfico que sigue. Más abajo comparemos cómo ha sido esa evolución en la distribución durante esta década en Argentina comparándola con lo sucedido en EE.UU. y Europa ,y leamos luego las explicaciones que se dan (entre ellas la de la Organización Internacional del Trabajo) sobre este fenómeno.








Por otra parte, la distribución personal del ingreso, que indica cómo está distribuido el ingreso total entre los individuos (u hogares), da cuenta de una considerable reducción de la desigualdad. Entre principios de la década de 1990 y 2002 el coeficiente de Gini, computado sobre el ingreso per cápita familiar, aumentó casi 0,07 puntos (de 0,48 a 0,55). A partir de 2003, cuando comienzan a superarse los efectos de la crisis 2001-2002, el coeficiente de Gini quiebra la tendencia ascendente. Desde entonces y hasta el segundo trimestre de 2011, acumula una caída de 0,1 puntos (de 0,53 a 0,43).
Dentro de los factores que explican la dinámica observada en la distribución del ingreso a partir de 2003 se destacan: i) la expansión del empleo registrado, la reducción de la desocupación y el incremento de los salarios en un contexto de crecimiento económico; ii) el fortalecimiento de las instituciones laborales (negociación colectiva y salario mínimo); y iii) la ampliación de la cobertura de los programas de protección social.
Durante 2003, cuando la economía comenzaba a recuperarse de la crisis de 2001-2002, el Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados (PJyJHD) tuvo un importante impacto nivelador. Luego, cuando la economía ingresó en una senda de crecimiento sostenido (…) la reducción de la desigualdad en la distribución del ingreso se explica fundamentalmente por lo acontecido en el mercado de trabajo. En particular, la menor concentración en los ingresos provenientes de los empleos asalariados registrados, lo cual está altamente vinculado con las políticas laborales de salario mínimo y negociación colectiva, explica en un 38,7% la caída de 0,1 puntos en el coeficiente de Gini durante 2003 y 2011.4 Por otra parte, la mayor cobertura previsional y la menor concentración de los ingresos por esta fuente explican un 28,1% de la reducción del coeficiente de Gini.
La mejora experimentada luego de la crisis mundial se asocia en gran medida a las políticas públicas, como la Asignación Universal por Hijo -AUH-5 y al comportamiento de los ingresos de los hogares por jubilaciones y pensiones.


Hay crecimiento económico pero también social.
Es por ello que Ignacio Ramírez, director de Estudios Opinión Pública de Ibarómetro, intentó develar las causas que lograron este avance en materia social.
"Desde el 2003 se generó una movilidad social ascendente, hubo un mejoramiento de los indicadores sociales y una reducción de la desigualdad" aseguró Ramírez quien explicó además que "no siempre el crecimiento económico está acompañado del crecimiento de los indicadores sociales" como en el caso de la Argentina.
Este informe del Banco Mundial, "desacredita la teoría del viento de cola" y establece que "el derrame económico no funciona", expresó el director de Estudios Opinión Pública de Ibarómetro. Contrariamente a ello aseguró que "70 por ciento de los ciudadanos argentinos adhiere en que el Estado intervenga activamente en la economía".


Este fenómeno no sólo es percibido por los analistas y la población misma, sino que también lo hace un ex presidente norteamericano y el New York Times:

Jimmy Carter: “El achicamiento de la brecha entre ricos y pobres es digno de elogio”.
El embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello, se reunió con el ex presidente de aquel país Jimmy Carter, quien elogió el “avance logrado por Argentina en los últimos diez años en material social”.
“El achicamiento de la brecha entre los más pobres y los más ricos de Argentina logrado por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, es digno de elogio”, afirmó el ex mandatario durante su conversación con el embajador argentino.
Argüello explicó que Carter se basó para realizar este análisis en “el índice Gini, que es la forma más usada de medir la distribución del ingreso”, con una escala que varía de 0 a 1, en el que la situación ideal es la más próxima al 0”.


En esta década ganada ha habido un incremento del 850 por ciento, en erogaciones y prestaciones por parte de ANSES. El haber mínimo de los jubilados, del año 2003 a la fecha, ha crecido 754 por ciento.
Hay políticas públicas creadoras de desigualdades como las aplicadas en la Argentinas en los '90, que hicieron que 8 millones de personas dejaran de ser clase media y se transformaran en pobres en esa década, y políticas proigualdad, como la Asignación Universal para hijos de trabajadores informales, puesta en práctica por Cristina Kirchner que protege ya a 3.700.000 niños pobres del país"
"Un artículo en la principal página de opinión del New York Times titulado "Tango de la recuperación Argentina" resalta que en los últimos 8 años, en la gestión de gobierno actual, el país creció a un 7,8% anual, el desempleo bajó un 20% en 2002 a menos del 8%, la pobreza se redujo a la mitad".



Esa redistribución de los ingresos nacionales se ve reflejada en un aumento del consumo popular:

Las ventas de los comercios minoristas en esta Navidad subieron 13,3% con relación a la anterior, según informó la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME). "El 2012 tuvo un muy buen saldo comercial", agregó la entidad en un comunicado que lleva el título "Furor Navideño", tras sostener que el alza estuvo impulsado por el excelente ánimo festivo de las familias y la capacidad adquisitiva.
Y, aunque "todos los rubros que componen la canasta de compras por Navidad tuvieron resultados muy buenos", la venta se centró en "Regalerías, Bijouterie, Jugueterías, Calzados e Indumentaria" porque ofrecían "productos de todo tipo de precios", especificó. 
"El resultado final fue muy positivo para los comercios de todo el país, con niveles de ventas que se movieron por encima de lo esperado", aseveró.



Índice o coeficiente de GINI


Para evaluar la situación de justicia social en los países se utiliza el conocido como índice o coeficiente Gini. Veamos qué es y cuáles son los valores en Argentina:


La Argentina es el país que logró la mayor mejora en la distribución del ingreso en la última década.
En los últimos diez años, Estados Unidos, la Unión Europea y Japón empeoraron sus indicadores de justicia social. Latinoamérica fue la región que consiguió los mejores resultados en distribución de ingresos, liderada por la Argentina.
 
El relevamiento utiliza el Coeficiente Gini para medir la evolución de los ingresos. El Gini se mueve en una banda que va de cero a uno. Cuando este indicador se acerca a cero, el país es más igualitario (por ejemplo, Dinamarca tiene un Gini de 0,24). Cuando se acerca a uno, es más desigual, como Namibia, que tiene un Gini de 0,71.
En 2002, la Argentina llegó a su pico de desigualdad histórica, con un Gini de 0,55; en la actualidad, el Gini nacional llegó a 0,37. Aunque hay varios países con mejor Gini, la Argentina fue el que más lo mejoró en los últimos diez años y se va acercando al pelotón de los países más justos del mundo. El trabajo del Banco Mundial se basa en el informe de desarrollo humano realizado por la ONU, con datos de diciembre de 2011. Según el mismo, Estados Unidos subió su Gini a 0,43; Japón, a 0,41, y la Unión Europea, a 0,39. Estas tres potencias se convirtieron en sociedades más injustas que la Argentina.
“El 72 por ciento de la reducción de la desigualdad en la Argentina está explicada con lo que ocurre en los ingresos laborales de las familias. En especial, el crecimiento del empleo registrado y su remuneración explican el 45 por ciento de esa caída, mientras que más del 25 por ciento se origina en la reducción de los empleos precarios, dado que muchos de los trabajadores precarios se han insertado como trabajadores formales.
En 1974, el Coeficiente Gini nacional era de 0,30. Era la época en la que el país se distinguía por su gran clase media. A finales de la última dictadura militar, en 1983, el Gini ya había subido a 0,40. Durante el gobierno de Raúl Alfonsín, la desigualdad siguió creciendo: en 1989, el Gini llegó a 0,46. En 1999, luego de diez años de gestión menemista, el Gini llegó a 0,50. A fines de 2002, alcanzó el récord histórico: 0,55.
El informe del primer trimestre del año en curso (2012) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señala que la Argentina mejoró sus indicadores de igualdad durante los últimos diez años, incluso durante la crisis internacional 2008-2009”. Y agrega: “Al igual que la mayoría de los países latinoamericanos, la Argentina bajó sensiblemente su desempleo. Pero, además, mantuvo una política de ingresos, vía aumento del Salario Mínimo Vital y Móvil y negociaciones paritarias anuales, que mejoró aún más sus indicadores de igualdad”.



Clase media


Analicemos ahora cómo evolucionó en esta década la situación de la tan mencionada e influyente clase media argentina:

La clase media se duplicó en Argentina durante la última década.

Un informe del Banco Mundial dado a conocer este mediodía en Washington destaca el crecimiento que registró la clase media en Argentina durante la última década, a partir de la instrumentación de políticas de desarrollo económico y de la ampliación de oportunidades para los sectores más vulnerables.

En Argentina el número de habitantes comprendidos dentro de la clase media aumentó entre 2003 y 2009, de 9,3 millones a 18,6 millones, cifra que equivale al 25 por ciento de la población total del país.
De esta forma, Argentina lideró el porcentaje de crecimiento de la clase media en toda la región durante la última década, seguido por Brasil con una mejora de 22 por ciento y Uruguay con un avance de 20 por ciento.


Y veamos ahora cómo se refleja esta evolución en el mercado interno nacional.


El 54% accede a Internet en el país y hay celulares en el 85% de los hogares.
Casi el 58% de los residentes en hogares urbanos en la Argentina usan la computadora, y el 54% utiliza Internet en forma cotidiana. Este acceso a las tecnologías, llamadas TICs (por Tecnologías de la Información y la Comunicación), incrementado en el último año sin duda por el alcance de programas como el Conectar Igualdad y por la expansión del mercado informático, aún no logra desplazar a los dos dispositivos tecnológicos de mayor uso: el televisor y el teléfono celular, cuyo crecimiento exponencial en los últimos tiempos le hizo ganar terreno ampliamente sobre su antecesor, el teléfono de línea.
La encuesta complementó los datos arrojados por el Censo 2010, que ya había revelado un salto en la última década del 20% al 47% en tenencia de computadoras. Se realizó durante el tercer trimestre del año pasado, y se relevaron más de 33 mil hogares de localidades de más de 2000 habitantes. En total, casi 93 mil personas encuestadas.
"En el Censo 2010 hemos preguntado qué hogares tenían computadoras y qué nivel de conocimientos informáticos se manejaban. Esta información fue sumamente importante porque pudimos ver un desarrollo exponencial de la disponibilidad de computadoras en los hogares respecto al censo del año 2001. El programa Conectar Igualdad tuvo una incidencia muy fuerte dentro de lo que eran las tecnologías en los hogares", señaló Ana María Edwin, directora del organismo.
El trabajo revela que "el 95,4% de los hogares acceden a algún tipo de teléfono". En 19 provincias, "más del 90% de los hogares acceden a este tipo de tecnología". Sin embargo, se destaca que "el principal tipo de acceso a teléfono es por línea móvil o celular, ya que casi el 85,6% de hogares urbanos cuentan con al menos una línea de teléfono móvil en funcionamiento. A telefonía fija acceden un 61,9% de los hogares." Por lo demás, constituyen el 52% de los hogares los que disponen de computadora.
Tipo de computadora: La mayoría de los hogares (81,1%) tiene computadora de escritorio. En un 40,3% se registraron equipos portátiles.
Servicio: El 88,6% de los hogares se maneja con servicio de acceso a internet fijo.


Analicemos también qué pasa con el turismo:

(…)  la movilidad social ascendente también se percibe en el turismo. La mandataria citó las cifras de la Encuesta de Viajes y Turismo de los Hogares argentinos, realizada por el Ministerio de Turismo de la Nación. Durante 2006, cada 11 viajes realizados por la población de mayores ingresos, la población de menores ingresos realizaba sólo uno. En 2012, esta relación pasó a ser 4 a 1. Es decir, durante los últimos seis años, “la inclusión social al turismo ganó terreno con una reducción de la brecha en un 60 por ciento”, sostuvo el informe. Esta encuesta se realiza de manera mensual entre 2300 hogares residentes en las capitales de todas las provincias del país y en los aglomerados urbanos que no son capitales pero cuya población es superior a los 100.000 habitantes.


Evolución del turismo, indicador de consumo doméstico.
La Federación de Cámaras y centros Comerciales zonales de la República Argentina (Fedecámaras) calificó de “excelente” el fin de semana largo establecido por el por el “Día de la Soberanía”, cuando las ventas crecieron un 30% respecto a igual período de 2011, lo que da un total de 900 millones de pesos
El presidente de Fedecámaras, Rubén Manusovich (Manusa) , destacó además un incremento en las ventas con tarjetas de crédito de un 40%.
"Se han movilizado cerca de un millón y medio de turistas que gastaron, en promedio, unos $ 200 diarios, eso nos indica que en esta ocasión se movieron 900 millones de pesos, una cifra por demás elocuente del constante crecimiento del mercado interno", señaló el dirigente.
Los rubros que más facturaron este fin de semana son: hotelería y gastronomía, almacenes y bebidas, inmobiliarias y servicios , recreación, quiscos, indumentarias y casas de regalos.



Y lo mismo sucede con el consumo de autos debido no sólo al consumo sostenido de las clases medias y altas sino al ascenso de las capas populares al consumo que por años les estaba vedado:

Veamos primero lo que sucedió con el mercado de vehículos:





Y este fenómeno también se registra en el mercado de los autos usados, típico de la clase media y baja:
Las operaciones de compraventa de vehículos usados alcanzaron un nuevo récord histórico en abril, con 151.324 unidades, lo que representó una mejora de 25,84 por ciento respecto a igual mes del año pasado, según informó la Cámara del Comercio Automotor (CCA). Los números de abril también aportaron a la construcción de otra marca máxima, en este caso en el acumulado del primer cuatrimestre del año, con un total de 568.386 unidades, lo que significó un crecimiento de 2,83 por ciento en relación al mismo período de 2012.
Los datos positivos también se replican en el cotejo de abril con marzo pasado, con una mejora de 6,58 por ciento. "El mes de abril se convirtió para el mercado de autos usados en el mejor de la historia en todas sus variables, lo mismo que los primeros cuatro meses del año", sostuvo el presidente de la Cámara, Alberto Príncipe.



Analicemos ahora el caso de los teléfonos celulares:

Los argentinos cambian de celular cada año y medio.
Empresas y consultoras coinciden en que los argentinos cambian de celular cada 18 meses en promedio y ubicaron en un rango de 700 pesos el valor final del equipo más vendido en el último año.




Educación

Gracias a distintas medidas de gobierno (entre ellas la Asignación Universal por Hijo y la construcción de cientos de escuelas primarias) catapultó la matrícula escolar a nivel nacional.

Evolución de la matrícula escolar en el nivel primario, comparando Argentina con América Latina:

 

(Click para ampliar)



Además, la activa política nacional a favor de la creación de universidades públicas redundó en el aumento del número de estudiantes que ingresan a la universidad. Eso provocó que 500.000 nuevos estudiantes universitarios provengan de familias pobres, de las cuales sus miembros anteriores nunca habían ido a la universidad.

También se cambió el paradigma de la educación al facilitar el acceso universal a los medios modernos de comunicación, en parte por la distribución de más de 3 millones de netbooks etre los alumnos de las escuelas secundarias públicas, lo que acortó la llamada brecha digital entre la población joven:

Los hijos de Internet.
Más escuela, más Internet. Los jóvenes que asisten a establecimientos educativos usan más Internet que teléfono celular. Según el informe del Indec, 87 de cada 100 personas que asisten a un establecimiento educativo en el país usan una computadora, y 83 de cada 100 usan Internet. Mientras que apenas 67 de cada 100 usan telefonía móvil. En la misma franja etaria, aquellos que asistieron pero ya no asisten a un establecimiento educativo usan celular en un 76,4 por ciento y menos de la mitad usó alguna computadora (48,6 por ciento). O sea, los que van a la escuela usan más las computadoras que aquellos que no van a la escuela.
El contraste entre un joven que va a la escuela y un joven que no va a la escuela es impactante, y de alguna manera sostiene el acortamiento de la brecha digital en el espectro nacional.
Mientras que la “sociedad” mayor a diez años usa las computadoras principalmente para actividades de ocio (80 por ciento), seguido de actividades laborales y actividades educativas, la población entre 15 y 29 años supera el consumo de la media nacional. El sistema educativo nacional ha venido preparándose para esto desde bastante antes de lanzar el programa de Conectar Igualdad, pero las generación nativa de Internet pareciera ir más rápido



Votos sin “relato” versus argumentos sin fundamentos.

El modelo económico social de acumulación argentino, caracterizado por un fuerte y sostenido crecimiento con inclusión, ha llevado los índices de desarrollo económico a niveles sin precedentes. Lo que demuestran las cifras de la economía se ve reflejado lógicamente en la percepción y el juicio de la población, principalmente en los votantes del oficialismo. En una encuesta realizada con motivo de los diez años de kirchnerismo por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) se analiza la visión que tiene la sociedad sobre la década 2003/2013. Veamos algunos puntos salientes de la misma:Antes de las elecciones de 2003, Néstor Kirchner recogía un 30 por ciento de opiniones positivas en las encuestas realizadas en ese momento. Al final de su mandato, el porcentaje trepó a prácticamente el 77 por ciento. Esto se verificó en términos electorales: del 22 por ciento de los votos obtenidos en 2003 se pasó al 45 por ciento en 2007 y al 54 por ciento en 2011. “Hacia finales de 2003 la imagen positiva de Néstor ya había subido geométricamente –sostiene Bacman–, los indicadores económicos eran más que positivos, las expectativas de la gente eran alentadoras, se había instalado la esperanza.”

“El kirchnerismo se basó en tres pactos realizados con la sociedad –insiste el titular del CEOP–. El primero tiene que ver con la reactivación de la economía y la recuperación del empleo; el segundo se basa en el nuevo papel del Estado, y el tercero, en la política de derechos humanos.” Mientras en casi todo el mundo la principal preocupación es el empleo, o su contracara, la desocupación, en la Argentina la preocupación por perder el trabajo bajó sistemáticamente. En marzo de 2002, la desocupación figuraba al tope, con el 62,2 por ciento. En 2006 ya había bajado al 38, pero seguía siendo alta; en el difícil 2009 –con la crisis mundial, el conflicto con el campo, la sequía y la gripe– siguió bajando, y hoy está en apenas el 12 por ciento, muy abajo en las preocupaciones del ciudadano común. “Cuando se les pregunta a los argentinos cuáles fueron los principales logros de esta década, no queda duda alguna de que la percepción de la estabilidad e independencia económica lidera las respuestas.”
Lo cierto es que hay un 71 por ciento de los consultados que están de acuerdo con la AUH, es decir que es una medida que tiene un enorme consenso. Pero otras decisiones, que incluso produjeron un enorme rechazo mediático, y lo siguen produciendo, como la estatización de YPF, Aerolíneas Argentinas y las AFJP, también tienen un respaldo ampliamente mayoritario.
Fútbol para Todos,.(...) es una de las medidas más apoyadas del kirchnerismo: nada menos que el 88 por ciento la respalda.



La evaluación de la década es lo que explica la existencia de un núcleo duro de respaldo al kirchnerismo, sobre todo en los sectores humildes. Néstor es evaluado como el mejor ex presidente, y CFK mantiene niveles altísimos de imagen positiva y ganó las elecciones de 2011 con un asombroso –para la oposición– 54 por ciento.

Nota completa




Ante todo este cúmulo de datos duros que grafican la evolución de la sociedad argentina y la manera en que millones y millones de argentinos han visto cambiar su nivel de vida y cómo eso se refleja en su visión sobre el gobierno, es fácil deducir las causas por las que el gobierno tuvo tan amplia aceptación durante sus tres mandatos consecutivos (algo inédito en la historia argentina), y no es necesario apelar a argumentos complejos, sofisticados (o de sofistas) para crear (ahora sí) un relato ficcional opositor que pretende atribuir esta adhesión electoral sólo a metodologías discursivas, ficcionales, de simulación retórica y propaganda política de laboratorio. Dicho relato opositor degrada tanto la inteligencia del pueblo como sujeto político como la capacidad de los políticos opositores para convencer a los votantes oficialistas de su “error electoral” casi infantil de creer tantos años en los supuestos cantos de sirena de un supuesto “doble discurso” kirchnerista.
Para concluir, podemos afirmar que los votantes del gobierno nacional responden con votos a la evolución de su cotidianeidad desde el inicio de este período, de este gobierno, de este proyecto de país, como cualquier estudio científico de campo serio puede constatar. Es decir: responden a los datos duros de su propia realidad, hoy no tan dura como la que vivían antes del 2003.


El vocero del relato del "relato oficialista".



Otras basuras en oferta

DELIVERY BASURERO

DELIVERY BASURERO
Si querés que te avisemos cuando publicamos una nota, pedilo a basureronacional@gmail.com