29 de mayo de 2012

"Queremos preguntar", sí, pero a los periodistas "independientes" y a los medios hegemónicos...

¿Toda la Tv y las radios están en manos del gobierno? ¿Cuántos programas se sacaron del aire por presión del gobierno? ¿Cuántas denuncias hay en los juzgados por censura previa? ¿Cuántas por persecución a artistas, periodistas y medios opositores o "independientes"? ¿Los diarios son todos oficialistas? ¿Cuántos juicios promovió el gobierno contra los medios opositores o "independientes"? ¿Y cuántos juicios contra periodistas opositores o "independientes"? ¿Cuántas denuncias hay contra el gobierno por agresiones a periodistas opositores o "independientes"? ¿La justicia es independiente o responde sólo al gobierno?

¿Por qué tantas preguntas? Porque queremos saber si las notas o informes críticos sobre la falta de libertad de prensa de estos años tiene fundamento serio o sólo es presión política. Por eso, para contextualizar estas preguntas (pero principalmente las respuestas que pedimos) haremos un breve repaso por lo sucedido en los gobiernos anteriores y hacíéndonos las mismas preguntas del princípio. Pero no nos remontaremos a las dictaduras, porque no es válida una comparación entre un gobierno democrático y uno dictatorial, sino que repasaremos sólo los gobiernos democráticos desde 1983. Luego de este análisis de los años de los distintos gobiernos democráticos (y de compararlos con la situación actual) podremos sacar conclusiones útiles para dilucidar si la preocupación de muchos periodistas y medios por la libertad de prensa actual es legítima o meramente presión política. Por eso, empecemos con las preguntas:
En los gobiernos anteriores, cuando había conferencias de prensa ¿se respetaba la libertad de prensa? Cuando los canales de televisión nacionales y varias radios estaban en manos estatales durante el gobierno de Alfonsín, o cuando el menemismo los privatizó, ¿cuántos programas se sacaron del aire por presión del gobierno? ¿Cuántas denuncias hubo en los juzgados por censura previa? ¿Cuántas por persecución a artistas, periodistas y medios opositores o "independientes"? ¿Los diarios eran todos oficialistas? ¿Cuántos juicios promovió el gobierno contra los medios opositores o "independientes"? ¿Y cuántos juicios contra periodistas opositores o "independientes"? ¿Cuántas denuncias hubo contra el gobierno por agresiones a periodistas opositores o "independientes"? ¿La justicia era independiente o respondía sólo al gobierno?
Para responder estas preguntas hagamos un poco de memoria con la ayuda de la web:


Tato Bores tuvo que sufrir aprietes y censuras bajo las diferentes dictaduras que asolaron nuestro país, pero también en democracia. Por ejemplo durante el gobierno de Raúl Alfonsín, a quien reconoció haberlo votado, Tato tuvo que sufrir períodos de censura, como lo recuerda su hijo, Alejandro:
“De inmediato, los interventores de los canales 7, 11 y 13 se alinearon en una misma explicación. Tato no está censurado, dijeron, simplemente que está terminado como artista y no nos interesa contratarlo. Miren qué terminado que estaba: Tato tenía por delante sus mejores y más potentes años en televisión (…) Empezando porque mi hermano y yo habíamos tomado la decisión de comenzar a colaborar con mi papá. Segundo, porque en 1983 yo había votado a Alfonsín y la orden radical de prohibir a Tato en plena democracia fue una seria decepción”.
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Tato sufrió la censura sutil del gobierno alfonsinista en la forma del silencio, ya que su programa de TV fue censurado entre 1985 y 1988, mientras los canales estaban en manos del gobierno. Veamos:
Luego de más de 2 años sin poder volver a la televisión, Tato Bores regresaba a la pantalla chica en el año 1988 de la mano de Héctor Ricardo García en el flamante Canal 2 (Teledos) recientemente privatizado. (Video de La Tele del Recuerdo)







Durante el gobierno de Menem, Tato también sufrió censura previa:
En mayo de 1992, en su programa "Tato de América", el inolvidable Tato Bores sufría un episodio de censura previa por parte de una jueza... con el fin de evitar que se la nombre o se haga referencia a su persona en dicho envío...
Por tal motivo, en el programa siguiente, una gran cantidad de personalidades del espectáculo y del periodismo argentino, se reunieron y cantaron irónicamente “La jueza Barú Budú Budía es lo más grande que hay”. Por otro lado, Susana Gimenez, interpretando a la Justicia, también se solidarizaba con el recordado Tato...


La jueza Barú Budú Budía - 1992





Ahora, hagamos un breve repaso de otros “malentendidos” entre los distintos gobiernos democráticos y la prensa, con la ayuda de la generosa web. Veamos:

1989: "Durante la campaña electoral de 1989 el periodista Jacobo Timerman dijo en su programa de televisión La Opinión, que las propuestas de Carlos Menem de crear puertos libres en Martín García e Iguazú le hacían temer que el narcotráfico hiciera pie en la política argentina. Menem entendió que el periodista lo acusaba de participación en actos delictivos y lo querelló por calumnias, causa que jueces de la servilleta mantuvieron abierta durante años para intimidarlo. Pero de ese modo la sociedad tomó nota sobre un fenómeno nuevo en la política argentina, con el que desde entonces resulta ingenuo o intencionado no contar." Horacio Verbtisky. Página 12 19/04/09

1991: La periodista Liliana Lopez Foresi es censurada y despedida de Canal 13, por pedido de Carlos Menem y a cambio de sacar del aire de canal 7 a Guillermo Patricio Kelly, que venía por entonces denunciando a Ernestina Herrera de Noble por la apropiación de hijos de desaparecidos y de Papel Prensa.

1991: un Juez demanda a Gabriela Acher por su participación en un sketch cómico (Canal 13) donde se criticaba el funcionamiento de la Justicia de Familia y el tratamiento que se le daba a las personas de escasos recursos. La Suprema Corte menemista da la razón al magistrado y el caso se llegó a la Comisión Interamericana de DDHH por violación a la libertad de expresión.

1991 la revista Humor (Nº 294) denuncia 100 casos de corrupción en los 2 primeros años del menemismo, el juicio es iniciado por Eduardo Menem, tiene sentencia favorable de la Suprema Corte (condena de arresto y millonaria indemnización) y llega también a la Comisión interamericana de DDHH.


1992 Menem inicia acciones por injurias contra Enrique Vázquez, quien termina sentenciado a 5 meses de prisión en 1995.

1993 En agosto, luego de publicar en Página/12 una serie de artículos sobre las mafias políticas en la Argentina, le cortaron la cara de un navajazo a Hernán Lopez Echagüe. 15 días después, sufrió una golpiza a las puertas del Bingo Avellaneda.

1997 el 25 de enero es asesinado José Luis Cabezas.

1997 a pesar de lo dicho y por decir, en su informe anual, la asociación Periodistas, afirma: “Sin dudas, 1997 fue el año de mayor retroceso para la libertad de prensa en la Argentina desde la restauración democrática de 1983. Si en años anteriores los proyectos de leyes mordaza y la proliferación de juicios amenazaron la consolidación de un derecho tan duramente conquistado, este año el asesinato de nuestro colega José Luis Cabezas, la eclosión de agresiones, amenazas e insultos contra periodistas, la pretensión oficial de considerar a la prensa como un contendiente político y la metafórica incitación del presidente Carlos Menem a ejercer con ella la violencia por medio de la "libertad del palo" colocó a la libertad de pensamiento y de expresión en una situación de gravedad extrema…"

1998 Eduardo Aliverti es condenado a pagar una indemnización por daño moral por haber leído en 1987 una nota de la revista “El Porteño” donde se acusaba de cohecho a un funcionario de Alfonsín. Lanata, autor de la nota y director de la revista, es absuelto por el mismo caso.

1998, en septiembre Carlos Menem declara que "la libertad de prensa y opinión tiene sus límites" y llamó a aplicar "la ley del palo", o sea a agredir físicamente a los periodistas, como "compensación" por los "agravios" que estos pudieran infringirle a él o a sus funcionarios.


1998 Dario Lopreite, movilero de AM Del PLata es amenazado, Magdalena Ruiz Guiñazú es escrachada y a Lanata le dan una paliza en la 9 de Julio. Amenazan de muerte a Hernán Lopez Echagüe.
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Ahora recordemos otros casos de confrontación seria o agresiones contra la prensa durante esos años:

El rol de los medios en los Casos Bonino y Cabezas.
Durante la década del ´90, los medios de comunicación y los periodistas sufrieron grandes transformaciones. El presidente Carlos Saúl Menem asumió el Gobierno en 1989 y cinco años después, llevó a cabo la reforma de la Constitución Nacional para facilitar la consolidación de los monopolios de la comunicación. Por otra parte, se registró el mayor índice de ataques a la prensa y periodistas. Los asesinatos del periodista, Mario Bonino y del reportero gráfico, José Luis Cabezas, se enmarcó en ese contexto político y social que reflejó una censura a los medios de comunicación y por consecuencia, la falta de pluralidad de voces e intimidaciones que propiciaban el silencio.
El caso del fotógrafo de la revista Noticias estuvo en boca de todos en 1997. Luego de su asesinato, la divisa “No se olviden de Cabezas”, que representó la indignación y el compromiso popular, fue publicado en todos los medios de comunicación y la prensa siguió minuciosamente la investigación desde las zonas aledañas al municipio costero de Pinamar. Los periodistas publicaron con gran inmediatez las novedades referidas al caso que no sólo significó un hecho aberrante envuelto en un nuevo ataque a la prensa, sino también involucró denuncias que recayeron en sectores de la política del gobierno de Menem, con quien el empresario Yabrán, acusado del asesinato de Cabezas, entabló “buenas relaciones”. El compromiso constante que adquirió la prensa se vio reflejado en la divulgación de actos en reclamo de justicia y el seguimiento de la causa judicial.
Los periodistas Oscar Balmaceda y Antonio Fernández Llorente publicaron el libro “El caso Cabezas” que relata el crimen luego de ocho meses de investigación en la ciudad de Dolores. Por esta razón, recibieron amenazas e intimidaciones. Además, la hermana de Fernández Llorente sufrió una persecución y una herida en la mano por lo que el periodista decidió volver a Buenos Aires. La prensa tuvo un rol indispensable para alcanzar la resolución de un caso tan emblemático que puso en duda la política del gobierno de Carlos Menem y expresó un signo de hartazgo a nivel social. Luego de 13 años, los medios lo siguen recordando.

Pero, ¿Qué pasó con la cobertura mediática de la muerte del periodista Mario Bonino? ¿Por qué la prensa no actuó como lo hizo en el caso Cabezas cuatro años antes? Muy pocos conocen a Mario Bonino. Y eso se debe a que el periodismo se encargó de desconocer su historia. El caso del militante, luchador por los derechos humanos, era fuertemente difundido por la UTPBA que organizó actos para denunciar la falta de compromiso del Gobierno para esclarecer el caso. “Las empresas nunca tuvieron interés en difundir una noticia como esta”, sostuvo el secretario general de la UTPBA, Daniel Das Neves, en una entrevista realizada por alumnos de la institución Taller, Escuela y Agencia (TEA). La cobertura de los medios fue escasa. Las pocas publicaciones que se conocieron fueron el informe del programa “Edición Plus” emitido por Telefé a un año del asesinato y luego, en 2003, en el programa “Forenses” por canal 9. También la revista Humor Registrado publicó en enero de 1994 un artículo periodístico denunciante y comprometedor titulado “Algo para no olvidar: El caso Bonino”, bajo el encabezado: “Las muertes del Menemismo”.

El golpe a la prensa
“Las historias tanto de Bonino como de Cabezas no son hechos aislados, sino que se produjeron entre los mismos años en que se registró el mayor índice de ataques contra periodistas argentinos”, decía una de las gacetillas escritas por la UTPBA durante la década de `90. Según datos de la organización, entre la muerte de Bonino y de Cabezas, se produjeron 600 ataques contra periodistas y trabajadores de prensa, contándose entre ellos, el caso Cabezas.

“Hay que tener en cuenta que estamos hablando de los años ´90, sobre todo a partir del año 1991 momento en que se acrecentaron las persecuciones, amenazas, atentados contra medios de prensa y periodistas”, afirmó Villarreal.

Poco antes del asesinato de Bonino, fueron salvajemente atacados los periodistas Mario Bonelli, del Diario Clarín y Radio Mitre, y Hernán López Echagüe, del diario Página 12 y, a su vez, fueron colocados artefactos explosivos en esos medios y también en Editorial Perfil.

El ataque a la prensa empeoró cada vez más. La UTPBA realizó en septiembre de 1993, dos meses antes del fallecimiento de Mario, un acto “Por la vida y Contra la Impunidad”, en Plaza de Mayo para denunciar la situación que vivían los periodistas en aquel momento y que hacía eco en los grandes monopolios de comunicación.
Ante esta situación, la prensa reclamó una solución al gobierno menemista para que detenga los ataques. El Presidente accedió a reunirse con los periodistas agredidos, pero las agresiones continuaron. Comenzó una ola de denuncias, protestas y dichos sobre mafias en el Gobierno que buscaban silenciar a la prensa.

La democracia argentina debería ser sinónimo de libertad, pluralismo y multiplicidad de voces. No de censura y unidireccionalidad en la información, sin posibilidad de hablar ni opinar ni discutir. Tanto Mario Bonino como José Luis Cabezas son un ejemplo de la lucha contra aquellos preceptos establecidos en contra de la democracia. La prensa fue sinónimo de censura en los ´90, resultado de la política establecida por el Gobierno menemista en esa década.

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Los Vaivenes de la Prensa.
La “Revista Humor”, de Andrés Cascioli fue un refugio intelectual impensado en la época de la dictadura que escapó con relativo éxito a la censura. Su fin llega en 1999 durante el gobierno de Carlos Saúl Menem cuando los juicios en contra de su fundador lo ahogaron económicamente.
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Otro caso resonante (ya mencionado) pero muy poco recordado en estos días es el de la censura a Liliana López Foresi en Canal 13. Veamos de qué se trató contado directamente por la perjudicada:

Víctor Hugo y la censura a Liliana López Foresi




Por la gran cantidad de material que este humilde Basurero Nacional encontró relacionado con el tema, dejamos otra parte de este informe para una nueva entrada.
Es por eso que sólo agrego: Continua aquí.


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