5 de enero de 2012

Que veinte años no es nada... Hoy: Diciembre 2001: La caída.

"De la Rúa dijo: “No encontramos motivos para que haya una magnificación de estos episodios. El problema existe, pero no debe ser motivo de alarma o de hablar de un conflicto general”. El Presidente incluso se molestó cuando se lo consultó sobre los episodios de 1989, que provocaron la salida anticipada de Raúl Alfonsín, y recomendó no utilizar la palabra saqueo."


Hace ya muchas décadas nos cantaba el Zorzal Criollo en "Volver":

Sentir, que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada...
(...)
Tengo miedo del encuentro
con el pasado que vuelve
a enfrentarse con mi vida.

("Volver", tango de Gardel y Lepera de 1935.)

Ante esta posibilidad cierta de que el pasado (cierto pasado oprobioso) vuelva a enfrentarse con nuestra vida, este humilde servidor público acude presuroso para refrescar hechos vividos en nuestro terruño durante estos últimos veinte años, y vacunar así a nuestro "sentido común" para que no vuelva a tropezarse con la misma piedra.
En este caso, repasemos unas interesantes notas del año 2001 relacionadas con los cruentos sucesos del 19 y 20 de diciembre de aquel año.
Este breve recuerdo constituye una refrescada de memoria útil para todos nosotros, para afirmar nuestra memoria y nuestro conocimiento sobre los hechos y sus causas, porque las causas no suelen recordarse debidamente, más aún hoy en día cuando causas semejantes en otros lares no provocaron aún los mimos hechos...
Veamos los recuerdos del Basurero Nacional en el "Que veinte años no es nada..." de hoy:


Represión en Plaza de Mayo: una batalla con cinco muertos.
Arden las caras por el gas y el horizonte se ve difuso por el humo de las fogatas. Crujen las vidrieras de bancos y las herraduras de los caballos hacen chillar el asfalto. Suenan tiros, llueven piedras, explota un vidrio blindado por el impacto de un macetón. Una tanqueta persigue manifestantes, los policías se amontonan para recargar granadas, los de enfrente arman barricadas y juntan cascotes. Buenos Aires pareció ayer una ciudad en guerra, con choques a sangre, cinco muertos —la cifra más alta en el lugar por represión policial— y unos 70 detenidos.
La Plaza de Mayo fue el primer campo de batalla, pero los enfrentamientos se extendieron a todo el centro porteño por más de siete horas. La represión policial empezó frente a la Casa Rosada. Primero, contra una protesta de oficinistas y amas de casa que pedían la renuncia de Fernando de la Rúa, a puro aplauso y cacerola. Después, contra militantes políticos y adolescentes, que enfrentaron las balas con piedras y gomeras.
Unos y otros desafiaron abiertamente el estado de sitio, una de las últimas medidas que dispuso De la Rúa antes del final.

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Crisis de diciembre de 2001 en Argentina.
La crisis de diciembre de 2001 en Argentina fue una crisis financiera y política generada por la restricción a la extracción de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorro denominada Corralito, que causaron la renuncia a la presidencia de Fernando de la Rúa el 20 de diciembre de 2001, y llevaron a una situación de acefalía presidencial. La mayor parte de los participantes de dichas protestas fueron autoconvocados, que no respondían a partidos políticos o movimientos sociales concretos. Su lema popular fue: "¡Que se vayan todos!". En los hechos murieron 39 personas por las fuerzas policiales y de seguridad, incluyendo 9 menores de 18 años

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Rige el estado de sitio después de los saqueos; renunció Cavallo.
Jaqueado, anoche el ministro de Economía presentó su dimisión; De la Rúa dijo que la medida de emergencia se tomó para asegurar "la ley y el orden", pero miles de personas la desoyeron y salieron a las calles; hubo serios hechos de violencia
Luego de una jornada cargada de violencia, en la que los saqueos, los piquetes y los desbordes sociales se multiplicaron en todo el país y provocaron seis muertos y, por lo menos, 108 heridos y 328 detenidos, el Gobierno decretó el estado de sitio por 30 días en todo el territorio argentino y el ministro de Economía, Domingo Cavallo, renunció a su cargo. Así lo confirmaron a LA NACION fuentes inobjetables, que agregaron que todo el gabinete puso su cargo a disposición del jefe del Estado.
En un discurso que brindó poco antes de las 23, el Presidente dijo que el estado de sitio se decidió "para asegurar la ley y el orden y terminar con los incidentes de las últimas horas". Acusó a "grupos enemigos del orden y de la República" y dijo que "hay que distinguir a los necesitados de los violentos que se aprovechan de sus penurias".
El recuerdo de 1989
Anteanoche, a las 22, cuando los desmanes empezaban a multiplicarse en el oeste de la provincia de Buenos Aires, De la Rúa dijo: “No encontramos motivos para que haya una magnificación de estos episodios. El problema existe, pero no debe ser motivo de alarma o de hablar de un conflicto general”. El Presidente incluso se molestó cuando se lo consultó sobre los episodios de 1989, que provocaron la salida anticipada de Raúl Alfonsín, y recomendó no utilizar la palabra saqueo.
Los hechos refutaron los dichos del primer mandatario. Los saqueos que comenzaron anteanoche en algunas zonas del conurbano bonaerense se repitieron en la madrugada en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, y llegaron luego del mediodía a la Capital.

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Fernando De La Rúa - Declaración del estado de sitio.




Cronología y documentos.
Hambre en el estómago... y en la sangre. En la nueva tragedia argentina es demasiado tarde para casi todo. Son personas, individuos, ciudadanos que por miles pisan la calle caliente por el calor del verano. Uno de los más terribles veranos.
Esta es una primera aproximación, tan sólo una parte de los documentos históricos que esperamos algún día sirvan para evitar dolor, muerte, miseria, pobreza, de miles y miles de personas, como usted.
Son los documentos de la investigación judicial de los hechos ocurridos en la Ciudad de Buenos Aires y que -según recuentos oficiales- provocaron la muerte de 6 ciudadanos, 94 heridos (aunque cientos de lesionados aún no se presentaron ante la justicia) y la detención de 203 personas en las comisarías de la ciudad.

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Quiénes fueron los asesinados y quiénes los asesinos del 19 y 20.
Tiempo Argentino se propuso conocer las caras y las historias de las víctimas de la represión. Son 36 y no 39 como se creía. Sólo hubo condenas para seis crímenes. El resto permanece impune. El relevamiento nunca se había hecho.
Si imagináramos un grupo de diez argentinos en 2001, veríamos a seis pobres, dos indigentes y sólo dos de clase media o media alta. Sabríamos que dos no tenían trabajo, cuatro estaban en negro y dos, “subempleados”. La mitad no contaba con obra social ni con ningún sistema de salud privado. Se enfermaban. Sobre todo, los que sufrían necesidades básicas insatisfechas, sin cloacas, inodoros ni esperanzas. De los que tenían más de 25 años, sólo el 34,3% había completado o superado el nivel secundario. El resto no. Pero tenían algo en común: cada uno de ellos debía U$S 3800, gracias a que la deuda externa alcanzaba los U$S 180 mil millones.
Cada grupo de estos diez argentinos se multiplicaba hace diez años a lo largo y ancho del país, y delineaba así el mapa de la mayor crisis desde la recuperación democrática. El presidente Fernando de la Rúa, sus ministros y funcionarios sumaron anarquía desde el propio aparato estatal. Los bancos, por orden gubernamental, les prohibieron a los ahorristas disponer de sus depósitos. El hambre y los saqueos fueron respondidos con cárcel, palos y balas. El estado de sitio dictado por De la Rúa, el 20 de diciembre, no fue otra cosa que el marco legal para detener a 4500 personas en todo el país y permitir el asesinato de 36. Pibes y pibas.

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El Argentinazo -19 y 20 de diciembre de 2001-
Crónicas y fotos de dos días inolvidables
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