26 de septiembre de 2011

Que veinte años no es nada... Hoy: "Rinde más tenerla en el colchón".

"La crisis bursátil ya no es un problema exclusivo de los especuladores de la city."

"La Bolsa de Nueva York tuvo una caída histórica."


"Para defenderse de la crisis, los empresarios piden protección."




Hace ya muchas décadas nos cantaba el Zorzal Criollo en "Volver":

Sentir, que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada...
(...)
Tengo miedo del encuentro
con el pasado que vuelve
a enfrentarse con mi vida.

("Volver", tango de Gardel y Lepera de 1935.)

Ante esta posibilidad cierta de que el pasado (cierto pasado oprobioso) vuelva a enfrentarse con nuestra vida, este humilde servidor público acude presuroso para refrescar algunos hechos vividos en nuestro terruño durante estos últimos veinte años, y vacunar así a nuestro "sentido común" para que no vuelva a tropezarse con la misma piedra.


En este caso, repasemos una interesante nota del martes 1 de setiembre de 1998 relacionada con una de las minicrisis que asolaron el mundo y sus habituales repercuciones negativas en nuestras costas. Este breve recuerdo constituye una refrescada útil de memoria para todos nosotros, para afirmar nuestra memoria y nuestro conocimiento histórico. (No olvidemos que en esa época un peso era igual a un dólar...)

Veamos los recuerdos del Basurero Nacional en el "Que veinte años no es nada..." de hoy:




Rinde más tenerla en el colchón
LAS AFJP PERDIERON 14% EN AGOSTO. SUS FONDOS BAJARON $1547 MILLONES
La crisis bursátil ya no es un problema exclusivo de los especuladores de la city. A los efectos negativos que difunde a la economía real se le suma el castigo que reciben las AFJP, compañías que reciben todos los meses el ahorro (supuestamente) previsional de los trabajadores. En agosto, la rentabilidad de las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones se derrumbó 14 por ciento respecto del mes anterior. Esto significa que a las AFJP se les esfumaron 1547 millones de pesos, el equivalente a lo que recaudan en cuatro meses y medio. Por primera vez desde que existe el sistema de jubilación privada, hace cuatro años, la rentabilidad anual dio negativa: 7 por ciento. De la debacle no se salvó ninguna administradora, todas registraron saldos en rojo. El impacto lo sentirán los 6,6 millones afiliados a alguna de las diecisiete AFJP que operan en el mercado.

Las administradoras atraviesan su peor momento. Atadas a la globalización de las plazas financieras, pasaron del éxtasis a la depresión. Hace justo un año, en agosto del '97, habían alcanzado su máxima rentabilidad anual: 28,8 por ciento. Eran épocas de gloria. Cada una de ellas publicitaba agresivamente sus ganancias para conseguir afiliados. Pero la crisis originada en Tailandia dos meses después fue afectando paulatinamente el desempeño de las administradoras. Y de ese máximo de hace un año se derrumbaron, acompañando la debacle bursátil, hasta llegar a la rentabilidad anual negativa del 7 por ciento de agosto.
Todos los trabajadores que se afiliaron hace un año tienen menos dinero en sus cuentas que el capital ya descontadas las comisiones. El efecto que la crisis provoca en los fondos de los aportantes queda demostrado en el siguiente ejemplo: si un año atrás una persona con un salario bruto de 1000 pesos mensuales hubiese guardado bajo el colchón el 11 por ciento que destina para su jubilación, hoy tendría 1320 pesos. Pero, en manos de las AFJP ese monto se le contrajo a 880 pesos, un 33 por ciento menos. El dinero que quedó en el camino no sólo fue licuado por la mala performance de los mercados. Parte de él quedó en manos de las administradoras, que siguen ganando a pesar del terremoto bursátil, a través de las comisiones que cobran. Hay casos en donde la AFJP se queda con más de la mitad del aporte del afiliado. Si esa misma persona hubiese colocado sus ahorros en un plazo fijo, obtendría una renta anual cercana al 6 por ciento.


Nota completa del martes 1 de setiembre de 1998

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